Tori Sparks es una artista peculiar. En su promo se puede leer que ha cambiado Nashville por Barcelona, que canta en inglés, francés y español (esto último queda demostrado en este disco) o que da charlas en escuelas, entre otras cosas. Este disco doble, que más bien es un EP doble, sigue la senda de la peculiaridad elegida por la cantante norteamericana.
Until Morning y Come Out Of The Dark son las dos caras del mismo trabajo. Una especie de antiguo LP partido en dos CDs. Producido esta vez por David Henry (R.E.M., Josh Rouse), Sparks juega en su cuarto disco con la dualidad de los posibles escenarios de un club de striptease o de un motel de mala muerte: lo que marca lo que hay en el cielo. De noche, suena Until Morning;a la mañana siguiente, Come Out Of The Dark.
El primero contiene las guitarras más sinuosas y la voz de Sparks en su versión más agresiva (“On my mind”, “Over” e incluso una versión del “Quizás, quizás, quizás” de Osvaldo Farres); el segundo, con un country-pop del todo reconocible (“My Delilah”, “Tennessee line”, “There is an ocean”), transcurre en una habitación de motel con una Biblia en la mesilla y el sol colándose por los visillos descoloridos.
Nuevo en la forma, no tanto en el contenido; pero bien presentado y con una voz privilegiada.
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